Este estudio propone formas de desarrollar una respuesta liderada por agentes locales que sea más apropiada a las necesidades, más rápida, más sostenible, más relevante, y finalmente, sensible a la realidad cambiante que se ha impuesto en Burkina Faso debido a un incremento de la violencia, siempre manteniendo a las personas en el centro de las acciones.