Tan solo tres años después de la devastadora hambruna que costó la vida a 258.000 personas en Somalia, el país sigue sufriendo los devastadores efectos de la crisis. Al mismo tiempo, los flujos de remesas de dinero procedentes del extranjero, que constituyen una fuente de sustento vital para el país, se están viendo progresivamente interrumpidos, tal y como advierten varias ONG en el informe Pendientes de un hilo publicado hoy. Actualmente, las remesas ascienden a 1.300 millones de dólares anuales y representan entre un 25 y un 45% del PIB del país.
Hace dos semanas el banco estadounidense Merchants Bank cerró todas las cuentas con los operadores de transferencia de dinero somalíes (OTD). De acuerdo con los OTD, este banco era responsable de la transferencia de entre un 60% y un 80% de las remesas procedentes de Estados Unidos. Del mismo modo, el banco australiano Westpac Bank ha anunciado que pronto cerrará las cuentas de los operadores somalíes y, el pasado año, el banco británico Barclays Bank también cerró las cuentas de todos los OTD.
"No se trata de ingresos extra. Este dinero es crucial para nuestra supervivencia diaria", afirma Hawa Abdullahi Warsame, una mujer somalí que vive en el norte del país. "No solo yo dependo de él, sino toda mi familia: otras diez personas. Algunas necesitan medicamentos. Además, hago lo posible para que los niños puedan ir a la escuela. El dinero de las remesas es vital".
Degan Ali, directora ejecutiva de Adeso, señala que, anualmente, el dinero de las remesas supera la suma de los presupuestos totales de ayuda humanitaria, ayuda para el desarrollo e inversión extranjera directa destinados a Somalia.
"Si los bancos ponen fin a su relación con los operadores de transferencia de dinero, muchas familias corren el riesgo de perder la única fuente de ingresos en efectivo transparente con la que cuentan. Muchas se verán obligadas a acudir a redes informales para enviar y recibir dinero de sus familiares en el extranjero, lo que en última instancia significa que recibirán mucho menos dinero", afirma.
"Más del 40% de los habitantes de Somalia dependen de las remesas para cubrir sus necesidades básicas de, por ejemplo, alimentación, sanidad y educación. Los Gobiernos deben actuar de forma urgente para garantizar que este flujo vital de dinero en efectivo siga siendo viable. De lo contrario, este año tres millones de somalíes correrán el riesgo de padecer hambre, las familias no podrán permitirse asistencia sanitaria y toda una generación de niños y niñas se verá apartada de la escuela", subraya Enzo Vecchio, director de país de Oxfam en Somalia.
Medidas insuficientes
Durante el último año, algunos Gobiernos occidentales han tomado medidas positivas pero insuficientes para evitar la grave falta de acceso a servicios bancarios a la que se enfrentan los operadores de transferencia de dinero somalíes.
Reino Unido ha realizado progresos significativos mediante la iniciativa del "corredor seguro" orientada a fortalecer la confianza de los bancos en los OTD somalíes mediante el refuerzo de los mecanismos de rendición de cuentas y transparencia. Sin embargo, el Gobierno británico debe actuar con rapidez para implementar el programa y, así, garantizar una participación más activa del sector bancario.
En septiembre de 2014, el Departamento del Tesoro estadounidense admitió públicamente que el cierre de las cuentas de los OTD podría tener consecuencias desastrosas para los intereses de Estados Unidos y Somalia y prometió clarificar las expectativas de los bancos que trabajan con operadores considerados de alto riesgo. Asimismo, el Departamento del Tesoro y USAID están trabajando con el Banco Central de Somalia para mejorar sus sistemas de gestión financiera.
Sin embargo, estas importantes medidas no han sido suficientes para frenar la oleada de cierres de cuentas motivados en gran parte por las normativas gubernamentales. A menos que el Gobierno de Estados Unidos adopte medidas extraordinarias y urgentes para restablecer el flujo total de remesas a través de los canales formales, muchas familias somalíes se enfrentarán a importantes dificultades para sobrevivir.
Actualmente en Australia, como en Estados Unidos, solo un banco, el Westpac, trabaja con los OTD. Sin embargo, en agosto de 2014 el banco anunció su intención de cerrar las cuentas con los operadores. Ante la presión pública, el Westpac aplazó su cierre, pero solo de forma temporal. El Gobierno australiano ha establecido un grupo de trabajo con las organizaciones de envío de remesas somalíes, las comunidades afectadas que tratan de enviar dinero a Somalia y el sector bancario para encontrar soluciones y mantener esta fuente de ingresos abierta. Sin embargo, continúa sin estar claro si los servicios de remesas seguirán disponibles a largo plazo.
Por otro lado, el G20 y el Grupo de Acción Financiera Internacional esperan abordar las políticas de reducción de riesgos bancarios. Asimismo, el Banco Mundial lidera la implementación de la iniciativa británica del "corredor seguro" y asesora las autoridades somalíes sobre cómo fortalecer los sistemas de gestión financiera públicos.
A pesar de todos estos esfuerzos, aún es necesario tomar mayores medidas para garantizar esta fuente de ingresos vitales.
Fortalecer los sistemas financieros
"El Gobierno somalí debe priorizar el fortalecimiento de sus sistemas de gestión financiera, especialmente en lo que a transparencia se refiere. Los Gobiernos de los países desde los que se envían remesas deben trabajar con el sector bancario para gestionar los posibles riesgos y los OTD deben mejorar sus procedimientos de rendición de cuentas y transparencia para, así, mitigar el riesgo", señala Liat Shetret, directora de la oficina de Nueva York de Global Center on Cooperative Security.
"Además, el Banco Mundial debe adoptar un enfoque más colaborativo para fortalecer todo el sistema, desde la gestión financiera en Somalia al apoyo internacional para mantener los sistemas de envío de remesas operativos. Asimismo, el G20 debe utilizar su influencia para hacer un llamamiento a sus Estados miembro para trabajar con sus respectivos sectores bancarios".
Notas para editores
El informe Pendientes de un hilo ha sido publicado por Oxfam, Adeso y Global Center on Cooperative Security.
Información de contacto
Adeso: Anne-Marie Schryer-Roy en el +254 727 305 525 o aschryer@adesoafrica.orgGlobal Center: Liat Shetret, +1 212-682-5930 o lshetret@globalct.org
Oxfam: Aimee Brown en el +254 736 666 663 o abrown@oxfam.org.uk
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