Las tímidas cifras de la asistencia internacional anunciadas hoy privan a los países pobres de unos 18 mil millones de dólares en ayuda para salvar vidas, en un momento en el que otras 64 millones de personas de todo el mundo se ven abocadas a la pobreza a causa de la crisis financiera, denuncia Oxfam.
Las cifras dadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertan de una falta de 18 mil millones de dólares de los 50 mil millones añadidos por el G8 en Gleneagles en 2005, que se supone debían aportarse para 2010. El G8 prometió que la mitad de esta cantidad (25 mil millones de dólares) sería destinada a África, pero apenas han aportado 11 mil millones.
Pese al hecho de que las cifras de la asistencia se han incrementado en comparación con el pasado año (la inversión total en ayuda ha subido de 119,7 a 128,7 mil millones de dólares), las repercusiones de la actual crisis económica no se dejarán sentir hasta el año que viene. La ayuda, como porcentaje de sus niveles de ingresos, incluso se ha reducido para siete países.
Max Lawson, de Oxfam, declaró: “A pesar de que muchos países ricos sufren penurias económicas, son las naciones más pobres las que sufren sus peores consecuencias. Recortar la ayuda a estos países significa dejarlos sin agua potable, sin medicinas para salvar vidas o sin ayuda.
“Es un pequeño cambio para el mundo rico, pero es la única forma de sobrevivir de millones de personas. Los más pobres no deben pagar la crisis ocasionada por los banqueros multimillonarios. Se suponía que 2010 sería el año de la celebración en el que se alcanzarían las promesas hechas por el G8 en Gleneagles para erradicar la pobreza (campaña “Make Poverty History”). En lugar de eso, los países ricos apenas han incrementado la ayuda y se preparan para aplicar duros recortes en los años venideros, que se saldarán con muchas vidas”.
Oxfam estima que con los 18 mil millones de dólares podría haberse pagado:
- Que todos los niños del mundo pudieran ir a la escuela. Actualmente, 72 millones de niños de países pobres no disfrutan de educación primaria.
- Los salarios de 800 mil comadronas en el África subsahariana, en donde las tasas de mortalidad materna son las más altas del mundo.
- Redes antimosquito para 1 millón de personas, a fin de protegerlos contra la malaria. Alrededor de esta cantidad de personas mueren cada año a causa de la enfermedad.
Hace 41 años, los países ricos prometieron dar apenas el 0,7% de sus ingresos para ayuda internacional, pero en la actualidad, solo 5 países cumplen este objetivo. Para las naciones ricas, aportar el 0,7% de su PIB a ayuda internacional apenas representa una pequeña proporción de sus presupuestos generales. Los 18 mil millones que faltan equivalen al gasto militar global de cuatro días. Italia, el más rezagado en sus compromisos de ayuda de todo el G8, apenas aportó un 0,15% de su PIB (2,1 mil millones de euros), pero solamente el año pasado se gastó 4 mil millones de euros en coches y conductores para ministros y otros empleados gubernamentales.
Los países de Europa occidental se comprometieron a nivel europeo para aportar el 0,7% de su PIB a la ayuda internacional para 2015, pero a menos de 5 años para cumplirse el plazo, muchos se quedan cortos, como Alemania o España. Reino Unido y Bélgica son los únicos gobiernos que tienen planeado alcanzar el 0,7% para 2015, cuando pasarán a formar parte de los gobiernos que han alcanzado el 0,7%, entre los que están Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Noruega y Luxemburgo, que asumen el liderazgo cumpliendo con sus promesas.
Lawson denuncia que “los líderes de los gobiernos que han fracasado a la hora de cumplir con sus promesas deben sentarse en la mesa de la cumbre de la UE de junio (o la del mes que viene del G8, en caso de no ser países de la UE) para explicar cómo van a encarrilar nuevamente sus compromisos de ayuda”.
“El futuro de los más pobres del mundo es sombrío, y no son ellos quienes deben pagar con sus vidas las promesas incumplidas de los países ricos. Los niveles de ayuda deben incrementarse rápidamente, en lugar de estancarse o recortarse”, añade.
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