Los cheques sin fondo minan la credibilidad del G8

En la víspera de la reunión del G8 en Canadá, la agencia internacional Oxfam advierte de que las promesas de ayuda al desarrollo del G8 hechas para 2010 se han incumplido en unos 20.000 millones de dólares, el doble de lo reconocido por los líderes mundiales. Oxfam urge a los líderes del G8 a cumplir sus promesas a los más pobres e invertir en su futuro.Hace cinco años los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la cumbre del G8 de Gleneagles (Escocia) respondieron a la creciente presión pública para acabar con la pobreza y acordaron incrementar la ayuda al desarrollo en 50.000 millones de dólares en 2010, de los cuales la mitad (25.000 millones) estarían destinado a África. Pero cinco años después se han quedado 20.000 millones cortos."Cuando das un cheque sin fondos tienes que cubrirlo de alguna manera", afirma Mark Fried, portavoz de Oxfam en el G8. "Exigimos al G8 que anuncie un plan de emergencia para que hacer efectivos esos 20.000 millones que faltan en 2012".Oxfam quiere llevar a la luz pública la manipulación de los datos que el G8 va a presentar en esta cumbre dentro de su informe de Rendición de Cuentas, realizando los cálculos de su contribución a la ayuda al desarrollo en 2009 en dólares corrientes en lugar de hacerlo en valores reales de 2004, tal y como fue su compromiso de Gleneagles, del que han deducido además una parte alegando un crecimiento menor del previsto para el período. Estas artimañas les lleva a afirmar que los países del G8 "sólo" se han quedado cortos en 10.000 millones de dólares (cuando en realidad lo han hecho por el doble)"Detrás de cada dólar que dejan de dar hay un niño sin escolarizar, un paciente sin medicinas, una mujer muriendo durante el parto por falta de cuidados", afirma Fried. "Las promesas vacías no hacen comidas nutritivas, no compran libros escolares ni medicinas vitales".La ayuda adicional que se ha concedido (un incremento de 28.000 millones según la OCDE) ha salvado vidas y ha tenido como resultado algunos éxitos increíbles en los países en desarrollo."Parece estar de moda poner en duda la efectividad de la ayuda para mejorar la vida de las personas pobres, pero esto no puede estar más alejado de la verdad", afirma Bill Nighy, actor y embajador de Oxfam. "Cada hora mueren en el mundo 40 mujeres y niñas durante el embarazo y el parto, no porque ellas sean irresponsables, vagas o estúpidas, sino porque el hospital más cercano a menudo está a más de 100 kilómetros de distancia o no pueden pagar los tratamientos. El G8 tiene la responsabilidad de cumplir sus promesas y ayudar a estas futuras madres y uno de cada siete niños que mueren en África antes de cumplir los cinco años".Oxfam pide al G8 que mire más allá de sus intereses económicos y que marque un plan de cómo va a cumplir las promesas hechas a los países más pobres hechas en 2005. Debe poner en marcha un plan de emergencia para desembolsar los 50.000 millones de dólares prometidos y un calendario para incrementar la ayuda al desarrollo hasta el 0,7% de su Producto Nacional Bruto. Este debe ser dinero fresco, no sacado de otros presupuestos y que fuerce a los más pobres a decidir entre poder poner comida en la mesa o tener servicios de salud. Oxfam también pide al G8 que asegure que el compromiso hecho el año pasado de destinar 22.000 millones en ayuda a la agricultura sea también dinero nuevo. La agencia advierte que, hasta la fecha, tan sólo 6.000 millones han sido dinero adicional."Los países ricos rescataron a sus bancos pero nadie está rescatando a las personas más pobres", concluye Fried. "Los 20.000 millones que se le deben a las mujeres y hombres de los países más pobres representan sólo el 0,07% del Producto Nacional Bruto de los países del G8, y sin embargo sería suficiente para enviar a todos los niños a la escuela o evitar que millones de niños mueran de malaria"

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