Las y los líderes de los afiliados Oxfam, reunidos esta semana en Kenia con motivo de la reunión anual del Comité Ejecutivo, deseamos enviar nuestra solidaridad a los pueblos de Malawi, Mozambique y Zimbabue, tras el devastador impacto en sus vidas causado por el ciclón Idai. Nuestro pensamiento está con las familias de las personas que han perdido la vida, y los más de 2,6 millones de personas que han perdido sus preciados medios de vida, sus hogares, y sus tierras. Muchas de estas personas ya tenían dificultades para salir adelante, y vivían en comunidades donde lasinfraestructuras básicas como el transporte y el abastecimiento de agua y electricidad eran deficientes.
Este fenómeno meteorológico extremo es una señal de lo que está por llegar. El cambio climático es ya una realidad a la que debemos enfrentarnos. Debemos centrarnos en fortalecer la capacidad de las personas más vulnerables para que puedan resistir ante sus efectos.Para ello, trabajamos en colaboración con actores de todo el mundo a fin de garantizar que las comunidades más vulnerables (que son las que menos han contribuido a que se produzca la crisis climática) no sean quienes tengan que soportar la mayor carga.
Los equipos de Oxfam ya se encuentran desplegados en Malawi, Mozambique y Zimbabue, y trabajan en colaboración con otras organizaciones para evaluar la magnitud de los daños y proporcionar ayuda de emergencia. El camino a la recuperación de estas comunidades será largo, y Oxfam las acompañará para conseguirlo. Elogiamos el trabajo de las organizaciones y Gobiernos que están ayudando en las labores de rescate. Todas y todos debemos redoblar nuestros esfuerzos para salvar vidas y apoyar a las personas supervivientes.
Si bien la magnitud de la situación es extrema, las inundaciones y los desastres en esta parte de África meridional son ahora la regla, y no la excepción. No obstante, no se ha producido una mejora en la preparación ante desastres en los últimos años, y las personas siguen corriendo peligro y perdiendo la vida de manera evitable.Todas y todos debemos hacer más y hacerlo mejor, especialmente los Gobiernos.
Esta tragedia es una señal de alarma para que tomemos medidas drásticas contra el cambio climático y mejoremos la preparación ante desastres. Nuestros Gobiernos deben modificar sus prioridades y centrarse en la resiliencia de su población, especialmente de las mujeres y las niñas y niños, ya que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad. Las vidas que se ha llevado el ciclón Idai y el sufrimiento que ha dejado a su paso no deben ser en vano.
Comité Ejecutivo de Oxfam, 2019