Un año y medio después del comienzo de la pandemia, las muertes por hambre superan a las provocadas por el virus. A menos que los Gobiernos actúen de forma urgente para abordar la inseguridad alimentaria y sus causas, lo peor está aún por llegar. Deben reconstruir la economía global de manera más justa y sostenible en el marco de la recuperación tras la pandemia.