Los traficantes de armas pueden manejarse fácilmente entre la maraña de reglamentaciones nacionales sobre armas, lo que les permite atizar los conflictos al tiempo que evitan ser arrestados y extraditados.
Tanto los países ricos como los pobres deben dejar de lado las recriminaciones y el escepticismo sobre estas negociaciones cruciales de la ONU y, en cambio, deben trabajar para encontrar cómo alimentar los 925 millones de personas que pasan hambre hoy en el mundo.
En diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó a favor de iniciar negociaciones para lograr un Tratado sobre Comercio de Armas (TCA) para el año 2012, a fin
Se suponía que la Ronda de Desarrollo de Doha iba a restaurar el equilibrio tras décadas de reglas comerciales injustas en la agricultura y a abordar las necesidades de