El Banco Mundial debe suspender las inversiones en tierras para proteger a las personas que viven en la pobreza ante el fenómeno del acaparamiento de tierras.
En la última década se ha vendido en el mundo una superficie de terreno equivalente a ocho veces el tamaño del Reino Unido, a medida que las compras de tierra se han ido acelerando con rapidez.
Oxfam rechaza las conclusiones de dicho informe y defiende su investigación que indica que al menos 22.500 personas fueron obligadas a abandonar sus hogares y la tierra de la que dependían
Oxfam acoge con satisfacción el llamamiento del Banco Mundial a la empresa británica New Forests Company (NFC) a abrir una investigación en torno a las denuncias de malas prácticas de la empresa en sus proyectos forestales en Uganda.
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Tanto los países ricos como los pobres deben dejar de lado las recriminaciones y el escepticismo sobre estas negociaciones cruciales de la ONU y, en cambio, deben trabajar para encontrar cómo alimentar los 925 millones de personas que pasan hambre hoy en el mundo.