Las mujeres productoras agrícolas juegan un papel crucial en la agricultura a pequeña escala. Sin embargo, diversas barreras limitan su capacidad para alimentar a sus familias e invertir en su medio de vida. Proporcionarles el apoyo que precisan implica fomentar su productividad y aprovechar su potencial para combatir el cambio climático, el hambre y la pobreza.
Casi un tercio de los hogares que dependen de la agricultura están encabezados por mujeres. A pesar de ello, tienen escaso control sobre la venta de los cultivos. Con el apoyo de Oxfam, las productoras de la cooperativa Tuzamurane cultivan y venden piñas, y ya no viven atrapadas en un círculo vicioso de falta de ingresos.
En América Latina, 58 millones de mujeres viven en el campo. Sin embargo, solamente el 30% de ellas posee tierras agrícolas y apenas el 5% tiene acceso a asistencia técnica en el mundo. Un mejor diseño de las políticas públicas sobre adaptación al cambio climático que incluyan un verdadero enfoque de género podrá ayudar sin duda, a reducir las brechas que agudizan esta vulnerabilidad.