Los países pobres están reduciendo su inversión en agricultura, sanidad y en servicios de ayuda a las mujeres como consecuencia del incremento de la deuda y del impacto de la crisis económica. Lo constata un estudio publicado hoy.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional deben abandonar la teoría económica del "efecto goteo" y liderar la lucha contra la desigualdad si realmente quieren acabar con la pobreza para el año 2030.
Ante el encuentro hoy 8 de diciembre en Copenhague del GPE (Alianza mundial para la educación), Oxfam llama a los países ricos donantes y al Banco Mundial para que inviertan en educación básica.
Con el fin de ser capaces de obtener los recursos suficientes para garantizar los servicios públicos, como educación y salud para todos, los países pobres necesitan recaudar más impuestos, y hacerl
Oxfam advirtió ayer que el G8 ha fracasado a la hora de cumplir con sus promesas de ayuda y que están empleando contabilidad creativa para cubrir su rastro.
El avance en la educación de las niñas en Afganistán, uno de los pocos éxitos en los últimos nueve años y un elemento vital para el desarrollo y la estabilidad a largo plazo del país, está bajo amenaza, según advierten hoy 16 ONG, entre ellas Oxfam y CARE, en un nuevo informe.
Los líderes mundiales tienen la oportunidad histórica de reformar la economía global para asegurar que una de cada seis personas que viven actualmente en la pobreza se benefician de la recuperación económica.