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Una nueva investigación de Oxfam y sus organizaciones socias revela que, si bien la pandemia de COVID-19 y los esfuerzos para contener su propagación han provocado un incremento del volumen de trabajo de cuidados no remunerado que recae sobre las mujeres (y los hombres), son ellas quienes continúan realizando la mayor parte de este trabajo.

“Los derechos de las mujeres desde la base” incluye una visión de alto nivel sobre cómo observamos los cambios y cuáles son las herramientas que podemos utilizar para garantizar los derechos de las mujeres a la tierra.

No podemos responder de manera eficaz a una pandemia global cuando millones de personas continúan atrapadas en zonas de guerra. No es posible tratar a personas enfermas cuando los hospitales están siendo bombardeados. Debemos declarar un alto el fuego mundial, y para lograrlo debemos movilizar nuestros recursos colectivos. 

La crisis del coronavirus está teniendo un impacto económico en todos los países del mundo, por lo que todos los Gobiernos deben tomar medidas inmediatamente para proteger a su ciudadanía de la pobreza. A menos que se tomen medidas drásticas para fortalecer las economías de los países en desarrollo, esta crisis podría sumir en la pobreza a 500 millones de personas.

El coronavirus virus amenazando con cobrarse millones de vidas y sumir a miles de millones de personas en la pobreza. Oxfam propone dos medidas que el G20 y otros líderes pueden adoptar simultáneamente: un plan global de salud pública y respuesta de emergencia para abordar de frente la enfermedad; un plan de rescate económico para hacer frente a los enormes costes económicos generados por este virus.

La desigualdad económica es consecuencia de un sistema fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo. Esto tiene que cambiar.

Los desastres provocados por el clima han constituido la principal causa de desplazamiento interno a lo largo de la última década. Aunque nadie es inmune a estos desastres, son sobre todo los países pobres los que se encuentran en mayor riesgo.

Este informe analiza y revela en particular las percepciones y miedos que alimentan posturas xenófobas, sexistas y discriminatorias frente a la migración, al tiempo que alienta una acción comunicativa y de políticas públicas responsable, proactiva y humana, basada en evidencias y en derechos fundamentales, ante los flujos migratorios en la región.

En Colombia, las mujeres que defienden sus tierras, su cultura y el medioambiente están siendo amenazadas, hostigadas y, en ocasiones, asesinadas. Estas mujeres son verdaderas constructoras de la paz en el país, pero apenas cuentan con protección del Estado. Si no se toman medidas de manera urgente, sus vidas corren un serio peligro.

Golpeadas por ciclones y arrasadas por sequías extremas, las comunidades pobres del Cuerno de África y Mozambique se encuentran en la primera línea de combate de una crisis climática de la que apenas son responsables.